La producción y el consumo de energía siguen siendo los principales motores del calentamiento global, lo que afecta considerablemente a los países en situación de posconflicto, donde las infraestructuras energéticas pueden haber sufrido daños o seguir estando subdesarrolladas, lo que plantea dificultades para garantizar un acceso fiable y sostenible de la población à la energía. Además, una parte sustancial de la comunidad sigue dependiendo de los combustibles fósiles tradicionales, como el carbón vegetal y los residuos animales, para cocinar y calentarse, lo que perpetúa la degradación medioambiental y los riesgos para la salud.

Shutterstock 1132258754

Nuestro enfoque integral ayuda a los clientes a reconstruir y mejorar las infraestructuras existentes, desarrollar fuentes de energía renovables y ofrecer soluciones no conectadas à la red, así como a mejorar la capacidad local, las prácticas de buena gobernanza y la participación de las partes interesadas para lograr un desarrollo sostenible.

En colaboración con gobiernos, organizaciones sin ánimo de lucro y otras partes interesadas, facilitamos un esfuerzo coordinado para optimizar las políticas y prácticas energéticas, garantizando que los beneficios de la energía sostenible estén ampliamente distribuidos y sean equitativos.

Proyectos de alto impacto