Lograr una verdadera igualdad social requiere planteamientos polifacéticos, y una de esas poderosas herramientas esPresupuestos Sensibles al Género (PSG). Este blog profundiza en los entresijos de los PSG, explorando cómo analizan y asignan los recursos públicos para garantizar una distribución justa y equitativa entre géneros.

¿Qué es la presupuestación con perspectiva de género?

Los presupuestos sensibles al género (PSG) se refieren à la configuración de los presupuestos públicos para garantizar una distribución justa de los recursos entre todos los géneros. Se trata de mirar más allá de las cifras para ver quién se beneficia y quién puede quedar fuera.

ONU Mujeres describe el PSG como un enfoque estratégico de la elaboración de presupuestos que garantiza que las asignaciones funcionen para todos teniendo en cuenta y analizando las necesidades únicas y diversas de todas las personas. Este enfoque busca una distribución justa de los recursos, abordando los sesgos que pueden surgir de los modelos económicos y presupuestos actuales. Hace hincapié en la importancia de sacar à la luz las diferencias de género para que los gobiernos puedan asignar recursos de forma más eficaz a fin de abordar las desigualdades de género y apoyar un desarrollo sostenible e integrador.

Los procesos presupuestarios tradicionales, sin pretenderlo, pueden a menudo dejar de lado a las mujeres. Esto ocurre cuando los presupuestos descuidan áreas que afectan desproporcionadamente a las mujeres, como la sanidad, el cuidado de los niños o el transporte público, servicios de los que las mujeres pueden depender más que los hombres. Por ejemplo, si un presupuesto recorta la financiación del transporte público o no tiene en cuenta la necesidad de rutas seguras y accesibles, puede dificultar inadvertidamente que las mujeres viajen seguras al trabajo o à la escuela, afectando a su independencia y sus oportunidades.

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El PSG interviene para rectificar estos descuidos garantizando que las decisiones presupuestarias se tomen teniendo en cuenta la igualdad. No se trata sólo de añadir más fondos a los programas de mujeres; se trata de reevaluar todos los gastos e ingresos para garantizar que apoyan una distribución equitativa de los recursos y las oportunidades.

¿Por qué es importante el PSG?

La adopción de Presupuestos Sensibles al Género (PSG) tiene un impacto transformador en el empoderamiento económico de las mujeres, el desarrollo social y el crecimiento económico general.

Las iniciativas de PSG contribuyen directamente al empoderamiento económico de las mujeres garantizando que los presupuestos aborden específicamente los obstáculos a los que se enfrentan las mujeres para acceder à la educación, la sanidad y las oportunidades empresariales. Al destinar fondos a programas que apoyan la educación y la formación profesional de las mujeres, el PSG hace posible que más mujeres se incorporen y tengan éxito en el mercado laboral. Del mismo modo, la asignación de recursos à la atención sanitaria de las mujeres, incluida la salud reproductiva, permite a las mujeres mantener una mejor salud, reduciendo el absentismo y aumentando la productividad. Además, al proporcionar apoyo financiero y recursos a las empresarias, el PSG fomenta un entorno en el que las mujeres pueden prosperar en los negocios, lo que conduce a una mayor independencia y seguridad económicas.

Los efectos positivos de los PSG van más allá del empoderamiento económico individual y se extienden a un desarrollo social más amplio, especialmente en los resultados sanitarios para madres e hijos y en la reducción de la violencia contra las mujeres.

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Cuando todos los géneros tienen la oportunidad de contribuir plenamente à la economía, los beneficios se notan en el crecimiento económico general. Los estudios han demostrado que la reducción de las disparidades de género en el empleo y la educación puede impulsar significativamente el PIB de un país. El PSG, al atender las necesidades específicas y liberar el potencial de la mitad de la población, actúa así no sólo como herramienta para lograr la igualdad de género, sino también como catalizador del desarrollo económico sostenible.

¿Cómo funciona el PSG?

La aplicación de los PSG es un proceso estructurado que implica varios pasos clave.

Etapa 1. Evaluación de las desigualdades de género

Empiece por identificar las desigualdades de género existentes dentro de la comunidad o sector objetivo analizando los datos desglosados por género. Este paso es crucial para comprender las distintas necesidades y retos de los diferentes grupos.

Paso 2. Análisis de género de los presupuestos existentes Análisis de género de los presupuestos existentes

Antes de fijar nuevos objetivos o modificar las políticas, realice un análisis de género de los presupuestos actuales. Esto implica revisar cómo las asignaciones existentes apoyan u obstaculizan la igualdad de género, identificar cualquier sesgo de género en la distribución de la financiación y comprender los impactos de género de los programas y servicios financiados anteriormente.

Paso 3. Establecer objetivos específicos de género

Establecer objetivos específicos dirigidos a promover la igualdad de género. Deben ser objetivos claros y mensurables que aborden las disparidades y los prejuicios identificados anteriormente.

Paso 4. Formulación de políticas y programas sensibles al género

Diseñar intervenciones adaptadas a los objetivos específicos de género. Esto implica elaborar políticas y programas que aborden las causas profundas de las desigualdades de género identificadas.

Etapa 5. Asignación de recursos

Asignar recursos financieros a las políticas y programas sensibles al género recientemente formulados, garantizando que la distribución presupuestaria refleje el compromiso con la consecución de los objetivos.

Etapa 6. Aplicación y seguimiento

Llevar a cabo un seguimiento continuo de los avances. La recopilación de datos desglosados por sexo durante esta fase es esencial para evaluar la eficacia de las iniciativas en la consecución de los objetivos.

Etapa 7. Evaluación y valoración del impacto

Evaluar el impacto de los esfuerzos de presupuestación con perspectiva de género y valorar la eficacia de las intervenciones y la adecuación de los recursos asignados.

Paso 8. Participación pública y transparencia Participación pública y transparencia

Incorporar las perspectivas de las diversas partes interesadas, en particular las de los grupos de mujeres y de género diverso, en todo el proceso de PSG. La transparencia y la participación pública son fundamentales para generar confianza y garantizar la inclusividad del proceso presupuestario.

Etapa 9. Retroalimentación y ajuste

Utilizar los resultados de la fase de evaluación para perfeccionar las políticas, los programas y las futuras asignaciones presupuestarias. Este bucle de retroalimentación permite una mejora continua y garantiza que el proceso presupuestario siga respondiendo à la evolución de las necesidades.

Retos de la aplicación de los PSG

La aplicación de los PSG es un paso progresivo hacia la consecución de la igualdad de género. Sin embargo, varios retos pueden obstaculizar su aplicación efectiva. Estos obstáculos suelen derivarse de aspectos institucionales, culturales y técnicos.

  • Falta de datos desglosados por sexo

Un reto importante es la ausencia de datos detallados y desglosados por sexo, que son cruciales para analizar las diferentes repercusiones de las asignaciones presupuestarias en los distintos grupos. Sin estos datos, es difícil identificar con precisión las diferencias de género y diseñar intervenciones específicas. Por ejemplo, en muchos países escasean los datos sobre el trabajo no remunerado de las mujeres o su acceso a los servicios públicos, lo que dificulta la evaluación del verdadero impacto de las decisiones presupuestarias en la vida de las mujeres.

  • Resistencia institucional

La resistencia institucional al cambio también puede suponer un obstáculo importante para la aplicación de los PSG. Esta resistencia puede provenir de una falta de comprensión de los beneficios de los PSG o de una reticencia a alterar los procesos presupuestarios tradicionales. Por ejemplo, cuandoBangladesh Al iniciar sus esfuerzos en materia de PSG, se enfrentó a retos à la hora de integrar las consideraciones de género en el marco y los procedimientos fiscales establecidos, lo que requirió amplios esfuerzos de capacitación y promoción.

  • Voluntad política limitada

El éxito de los PSG depende a menudo de una fuerte voluntad política, que puede faltar en algunos contextos. Los líderes políticos y los responsables de la formulación de políticas deben estar comprometidos con la igualdad de género para que los PSG se prioricen e implementen de manera efectiva. Un ejemplo de ello esRuandaque sigue teniendo dificultades para aplicar plenamente los PSG en todos los niveles de gobierno debido a los distintos niveles de compromiso.

  • Capacidad técnica

Otro reto es la limitada capacidad técnica de las instituciones gubernamentales para realizar análisis de género e integrar las perspectivas de género en los procesos presupuestarios. Los países en desarrollo o subdesarrollados, en particular, pueden carecer de la experiencia y los recursos necesarios para aplicar eficazmente los PSG. Al aplicar los PSG enel sector sanitario enProvincia de Khyber Pakhtunkhwa,PakistánSin embargo, la falta de personal capacitado y de recursos obstaculizó la implementación exitosa de los programas de PSG.

  • Normas culturales y prejuicios sexistas

Las normas culturales y los prejuicios de género también pueden obstaculizar el progreso de los PSG. En las sociedades donde la desigualdad de género está profundamente arraigada, puede haber resistencia a asignar recursos a programas destinados a empoderar a las mujeres y a otros géneros marginados. Por ejemplo, los esfuerzos para implementar PSG enUganda han encontrado dificultades debido a las normas culturales que dan prioridad al papel de los hombres en las esferas pública y económica sobre el de las mujeres.

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Conclusión

Los Presupuestos Sensibles al Género representan un cambio significativo hacia la incorporación de la igualdad de género en las políticas fiscales y los procesos presupuestarios. En esencia, los PSG pretenden garantizar una distribución justa de los recursos entre todos los géneros, reconociendo y abordando las necesidades y retos específicos a los que se enfrentan las mujeres, los hombres y las personas con diversidad de género. Al analizar cómo las asignaciones presupuestarias pueden apoyar u obstaculizar la igualdad de género, el PSG busca promover el acceso equitativo a las oportunidades y los recursos para todos los miembros de la sociedad.

La aplicación de los PSG se enfrenta a varios retos, que exigen un enfoque polifacético, que incluya la capacitación, la promoción y el desarrollo de un marco político e institucional de apoyo.

El PSG no es una mera técnica presupuestaria, sino una herramienta política que puede ayudar a salvar las brechas de género y promover el desarrollo sostenible. Como tal, requiere el esfuerzo colectivo de los gobiernos, la sociedad civil y los socios internacionales para aprovechar plenamente su potencial y contribuir al logro de la igualdad de género en todo el mundo.