Las provincias de Herat, Farah y Badghis, en la región occidental de Afganistán, tienen importancia histórica y cultural, pero se enfrentan a considerables retos socioeconómicos. Estas zonas, hogar de muchos agricultores y pequeñas empresas vulnerables, se ven obstaculizadas por un acceso limitado a la financiación, los insumos y la información de mercado, lo que restringe su capacidad para competir tanto en los mercados locales como en los internacionales. Abordar estos retos requiere un enfoque integrado, lo que hace que el análisis de la cadena de valor (AVC) sea vital para el desarrollo económico sostenible. El enfoque del AVC proporciona un marco para abordar las interdependencias entre sectores como el agua, la energía y la agricultura, al tiempo que se centra en la inclusión, la igualdad de género y la sostenibilidad medioambiental.

Este estudio de caso destaca un AVC exhaustivo realizado en Herat, Farah y Badghis, centrado en sectores agrícolas clave como el azafrán, la seda y las pasas, junto con otras cadenas de valor como la miel, el pistacho y la azufaifa. La metodología del proyecto incluía una profunda revisión secundaria de la literatura, entrevistas con informantes clave, grupos de discusión, encuestas y estudios de mercado. El objetivo principal era identificar cadenas de valor prometedoras y analizar su potencial de crecimiento económico, inclusión social y sostenibilidad medioambiental.

El análisis reveló que el azafrán en Herat ofrece un importante potencial de empleo y un alto valor de exportación a pesar de los problemas climáticos, mientras que la producción de seda apoya tanto a los mercados tradicionales como a los modernos. La producción de pasas, aunque requiere mucha mano de obra, sigue siendo un fuerte producto de exportación con margen de crecimiento, y la producción de miel en Farah promete una expansión sostenible, que beneficiará especialmente a las mujeres. El cultivo del pistacho en Badghis y la creciente demanda de azufaifo en Farah presentan nuevas oportunidades de revitalización económica, a pesar de problemas como las sequías y las limitaciones de acceso a los mercados.

En todas las cadenas de valor, las prácticas sostenibles desde el punto de vista medioambiental, como la agricultura ecológica, la conservación del agua y el uso de energías renovables, son cruciales para el éxito a largo plazo. Estos planteamientos son esenciales para preservar los recursos naturales al tiempo que se fomenta el crecimiento económico.

El proyecto puso de relieve varias lecciones clave. La colaboración holística entre las partes interesadas es esencial para garantizar el flujo fluido de beneficios y recursos a través de las cadenas de valor. La investigación continua del mercado es necesaria para adaptarse a los cambios en la demanda y las preferencias de los consumidores. La capacitación de agricultores y empresarios mediante iniciativas de formación y capacitación es vital para mejorar la calidad de los productos y fomentar la innovación.

Para mantener el crecimiento, el estudio recomienda potenciar la colaboración entre las partes interesadas, fomentar la formación de cooperativas e invertir en infraestructuras como carreteras e instalaciones de almacenamiento. El apoyo gubernamental en forma de políticas favorables, subvenciones y asistencia técnica también es fundamental. Las inversiones en formación y equipos modernos garantizarán la obtención de productos de alta calidad, impulsando a los sectores agrícola y artesanal afganos hacia un futuro más próspero.